jueves, 28 de julio de 2011

Rescatados 89 niños en una operación contra el tráfico infantil en China


El Ministerio de Seguridad pública ha anunciado una modificación de la ley por la cual, tras ser rescatados, los niños debían permanecer en casa del secuestrador hasta dar con el paradero de sus familiares
EFE – Pekín – 27/07/2011
 Una de las mayores redes de tráfico infantil de China ha sido desmantelada tras una operación policial desarrollada simultáneamente en 14 povincias en la que han sido rescatados 89 niños y 369 personas han sido detenidas. El operativo ha servido también para apresar a Li Haijun, uno de los cabecillas de la red.
Este grupo recogía niños en el sur de China para después venderlos por unos 40.000 yuanes (4.300 euros) en las provincias de Henan y Shanxi, en el norte de China, según revelan fuentes del Ministerio de Seguridad Pública. Esta práctica es habitual en el norte de Vietnam, donde mafias chinas secuestran o compran a los bebés para llevarlos al sur de China en barco y, desde ahí, moverlos en autobús para esquivar controles de carretera y pasar desapercibidos.
El Ministerio de Seguridad pública ha anunciado también una modificación de la ley por la cual, tras ser rescatados, los niños debían permanecer en casa del secuestrador hasta dar con el paradero de sus familiares. A partir de ahora, el Ministerio de Asuntos Civiles se hará cargo de los menores mientras se realizan las pruebas de ADN a los posibles familiares para su identificación y, de no encontrar a los padres, los niños serán dados en adopción a familias chinas.

"Hay un 'crash' de valores masculinos"


MARÍA PAZOS MORÁN –El País- 27/07/2011
- 8 de marzo. Un nuevo organismo, ONU Mujeres, se estrena. La participación de la mujer en las revueltas árabes también es un hito.
La ciudadanía islandesa despertó repentinamente de una década de anestesia neoliberal en una mañana de octubre de 2008 con su país en bancarrota. En esta nueva vida, empezaron a organizarse, a intentar entender, a exigir medidas... y a mirar a su alrededor en busca de personas competentes en las que confiar. Así fue como saltó definitivamente a la fama mundial Jóhanna Sigurdardóttir.
"Defendiendo los servicios públicos contrarrestamos el impacto de la crisis"
Destacó por su compromiso con el sindicalismo hasta su entrada en el Parlamento, del que forma parte desde 1978. Cuando en 1994 perdió las elecciones a la presidencia del Partido Socialdemócrata, Sigurdardóttir pronunció su emblemática frase: "¡Mi tiempo llegará!". Y en efecto, en marzo de 2009 llegó a primera ministra, además de elegida, aclamada por la ciudadanía. Desde entonces tampoco ha parado, segura de que su país estaba bien preparado para salir del que califica como "uno de los mayores crash financieros en la historia contemporánea".
"Mi Gobierno está afrontando estos retos con el apoyo de la mayoría de la población, aunque también con gran debate. En dos años hemos reflotado los bancos [previamente nacionalizados], bajado los tipos de interés, reconducido la inflación desde más del 18% al 4%, reducido el déficit público, reestructurado y saneado la deuda de empresas y hogares...". Antes de referirse a que "el país ha recuperado la senda del crecimiento económico y el desempleo disminuye", Sigurdardóttir destaca un elemento: "La protección de nuestro sistema de bienestar ha estado en el centro de nuestra actuación".
Desde 2009, Islandia ocupa el primer puesto en el ranking de igualdad de género que publica el Foro Económico Mundial. ¿Cómo es posible que las mujeres hayan ganado poder justamente a raíz de la crisis? "En los años que precedieron al crash, el sector financiero había sobrepasado todos los límites, corriendo inmensos riesgos, acumulando deuda... Era una cultura de jóvenes varones que giraba en torno a la exaltación de las nociones más estereotipadas de masculinidad". Sí, afirma rotundamente, "podemos hablar de un crash de los valores masculinos".
La primera ministra destaca que la igualdad es causa, a la vez que efecto, de la prosperidad de su país. "Defendiendo los servicios públicos, no solamente protegemos los empleos de las mujeres en este sector tan feminizado, sino que contrarrestamos el impacto negativo de la crisis sobre el bienestar de la ciudadanía".
Pero no hay lugar para la autocomplacencia. "El déficit de mujeres en puestos de dirección empresarial y la brecha salarial de género son nuestros mayores problemas", dice Sigurdardóttir. "El año pasado, el Parlamento aprobó una ley de cuotas en los consejos de dirección de empresas privadas y públicas que entrará en vigor en 2013". "Uno de los objetivos de nuestro sistema de permisos parentales es aumentar la participación de los hombres en las responsabilidades familiares. No debemos subestimar la importancia de este tema", prosigue. El sistema de permisos parentales islandés es el más avanzado del mundo: concede tres meses intransferibles a cada progenitor (de un total de nueve) y los padres toman su parte masivamente.
¿No está aún desequilibrada la balanza? "Desde luego puede mejorar. Nuestra meta es coordinar el sistema de permisos parentales con el de educación infantil, otro factor clave para el alto nivel de igualdad de género en Islandia". "Cuando extendamos el permiso parental hasta los 12 meses y las criaturas sean admitidas en las escuelas de educación infantil a esa edad, veremos una distribución más igualitaria del tiempo dedicado por hombres y mujeres. Pero también tenemos que considerar si los permisos deben ser de seis meses intransferibles para cada uno". Este asunto, reflexiona, "requiere más debate".
Al despedirse, la primera ministra asegura que está en política porque cree que la lucha de los desfavorecidos hace avanzar la sociedad. Y sí, imagina una sociedad futura en la que hombres y mujeres vivan en completa igualdad.

miércoles, 27 de julio de 2011

ADOPTION AND CHILDREN: A HUMAN RIGHTS PERSPECTIVE


Issue Papers are commissioned and published by the Commissioner for Human Rights, to contribute to debate and reflection on important current human rights issues. Many of them also include Recommendations by the Commissioner for addressing the concerns identified. At the same time, all opinions in these expert papers do not necessarily reflect the Commissioner’s position.
Issue Papers are available on the Commissioner’s website: www.commissioner.coe.int
Acknowledgements

Revolución fallida


Dice mi amigo que las mujeres no llegarán tan lejos como creía pues han vuelto a los roles antiguos

Artículos | -La Vanguardia-16/07/2011 - 00:00h
Mi amigo lo constata en un proceso de selección de personal y yo le rubrico la evidencia. Es cierto. A pesar de que llevamos décadas cambiando el paso de la sociedad patriarcal a una sociedad donde las leyes garantizan la igualdad de oportunidades, no hemos cambiado el paradigma que reparte los roles familiares. Por supuesto los motivos son múltiples: no hemos conseguido la conciliación laboral, y los horarios masacran a la familia cuyos dos miembros trabajan, lo cual recae generalmente en la mujer; no hemos cambiado el chip colectivo, que sitúa la mujer en el centro de la responsabilidad familiar; y por no cambiar, no nos hemos cambiado a nosotras mismas, aún atrapadas en nuestra autoexigencia materna. De todas esas revoluciones fallidas, ha surgido una generación de mujeres jóvenes que ya viven y trabajan en una sociedad con leyes igualitarias, pero que compiten en el mercado laboral sin que ello permita una situación familiar también igualitaria. Y es así como, ante el dilema, ceden siempre ellas. Es decir, si el trabajo ofrecido implica horarios que no son fácilmente compatibles con los hijos, o reduce sensiblemente su capacidad de dirigir la nave familiar, muchísimas mujeres optan por perder esas ofertas laborales, aunque les interesen, incapaces de saber cómo conciliar sus diversas responsabilidades. Por supuesto el artículo no pone en cuestión la decisión personal de una mujer de priorizar su faceta de madre a la de profesional. Si una mujer decide abandonar su profesión porque quiere dedicarse a la familia, y si ello forma parte del pacto de la convivencia, nada hay por debatir. La libertad se basa en la capacidad de optar, y ante la opción libre callan las palabras.

Pero, ¿realmente estamos ante esa situación de libertad? Es decir, ¿las mujeres que rechazan un trabajo lo hacen porque optan libremente? ¿O la mayoría se ve presionada por una atmósfera social y familiar que la sitúa en el centro del dilema, como si fuera la única responsable de los hijos? Es cierto que esa opción no la toman, como ocurría en el pasado, bajo ninguna obligatoriedad, pero hay presiones más sutiles que son igualmente demoledoras. Mientras el hombre no se plantea nunca perder un buen trabajo porque ello le impide asumir completamente sus roles paternos, la mujer lo tiene siempre presente y toda la sociedad la responsabiliza en el momento de tomar decisiones. Dice mi amigo que las mujeres no llegarán tan lejos como él creía, porque han vuelto a los roles antiguos. ¿Tiene razón? Probablemente la tiene en parte, aunque duela la evidencia. Y no sólo porque existe un techo de cristal laboral que presiona a las mujeres hacia abajo. Tiene razón sobre todo porque hay un techo de cristal peor que aún nos presiona más, el que tenemos instalado en el centro mismo del alma, allí donde habitan las culpas milenarias de la maternidad.

"Era rubia, como tu otra hermana"


Un periodista de EL PAÍS busca a su hermana mayor, desaparecida en el hospital de Santa Cristina, en Madrid, en 1961
VICENTE G. OLAYA | -El País-Madrid 13/07/2011
Solo una cosa es segura. Mi hermana mayor nació en el hospital de Santa Cristina, en Madrid, en 1961. Y era una niña "rubia, como tu otra hermana", repitió mi madre hasta el día en que falleció ahora hace cuatro años. Y yo la quiero encontrar, pero no queda rastro de ella. Nada. Es como si se hubiese evaporado, como si no hubiera nacido, como si alguien hubiese borrado cualquier prueba del día que vio la luz. Porque yo sé que abrió los ojos. "La monja le dijo a tu padre que había muerto ahogada con el cordón umbilical, que Dios así lo había querido...", se quejaba mi madre.
Por eso, uniendo recuerdos, palabras perdidas y documentos con membrete oficial, comencé su búsqueda ahora hace cinco meses. Me adentré en los laberintos de la Administración para, además de hallarla, describir qué siente y qué sufre un ciudadano que busque a un familiar perdido, robado, secuestrado. Para llevar a cabo la investigación, no he empleado las poderosas herramientas que te confiere en esta sociedad el ser periodista. He recorrido las ventanillas como un simple afectado -no soy otra cosa- que, conteniendo las lágrimas, busca a su hermana entre un mare magnum de papeles e impresos.
Únicamente he hallado funcionarios dispuestos a ayudar y a hacer mucho más de lo que, en principio, podía esperar. Del Registro Civil, pasando por el Archivo de la Comunidad de Madrid o los cementerios he recibido apoyo, solidaridad y ganas de seguir buscando. Pero solo consigo documentos oficiales donde se puede leer en grandes letras: ni rastro de su hermana.
Al haber fallecido mis padres, soy propietario de una sepultura en el cementerio madrileño de La Almudena. Allí están enterrados mis abuelos, mis padres, mis tíos... Es una tradición familiar iniciada por mi abuela: quería que toda la familia estuviese junta en el Más Allá. Y allí descansan todos, excepto una persona: mi hermana mayor; ni en ese cementerio ni en ninguno de los 15 camposantos que hay en la ciudad de Madrid. Además, mi madre tampoco, según el Ministerio de Justicia, sufrió ningún aborto en la década de los años sesenta. Unos diligentes funcionarios revisaron los 874 abortos acaecidos en la ciudad de Madrid en 1960 y los otros tantos sucedidos al año siguiente. Nada. "No lo entendemos. Tenía que estar aquí", me dijeron. En los archivos regionales, no consta tampoco su expediente médico, y en una de las clínicas donde, desesperado, busqué sus datos -en la que yo había nacido- me respondieron que los documentos se destruyen cada 15 años.
Abrí un blog para contar mi historia y, desde entonces, no cesan de llegar mensajes de ánimo y solidaridad de todas partes y de gente a la que no conozco. Pero no es suficiente, mi hermana está en algún lugar, y no nos podemos ver. Una mano criminal nos arrebató las sonrisas y las peleas de la infancia, las incomprensiones de la juventud o los abrazos de la madurez. Pero nos encontraremos. Sé que lo haremos porque la bondad se impone siempre a la maldad. La historia de mi hermana es la historia de otras muchas hermanas y hermanos perdidos, de mucha gente aturdida que acude a los registros buscando a alguien que no sabe siquiera si existe.
Malditos quienes robaron una vida, muchas vidas, para que la suyas fueran mejor. Pero se equivocaron, porque su existencia es y será por siempre miserable, y perderán, al final, la partida que ellos quisieron empezar.
Vicente González Olaya es jefe de Motor, Tierra, Salud y Extras de EL PAÍS